El bar de Thumerland

El bar de Thumerland.

Fui yo. yo lo comí, yo comí el fruto del conocimiento, -les dijo a aquellos seres de la tierra de Thumerland -¿no me iba a quedar mirando toda la vida o si? Yo comí el fruto y a sus ojos y a los ojos de todos los animales del Paraíso, me convertí en pecador, me quedé esperando a que ella comiera, pero no lo hizo, me quedé esperando a que apareciera algo en el cielo, pero Dios ni nada parecido apareció- Y entonces fue que ocurrió lo que en cierta manera el no se esperaba. Dios, era ella, aquella victima poderosa y lujuriosa le quería toda la vida celando su tierra, cultivando batatas y teniendo sexo como con un conejo, y ahora le miraba fijamente -Perdona no puedo mas, le dijo... .Ella se sintió desenmascarada y corrió a ponerse su máscara y junto a ella aparecieron montones de ellas con máscaras de cerdos, perras y chinpancé haciendo ademanes terroríficos, pero el había comido el fruto del conocimiento y ya no tenía miedo a nada, -comé el fruto y vamonos, le dijo -ya lo comí, lo como siempre, no me pasa absolutamente nada respondió ella. En ese instante aparecieron montones de el, con mascaras de perros, buitres, y ñandues, uno de ellos iba a entregar su sangre y su vida a la tierra en sacrificio, tal como el lo iba a hacer. Estos son mis hijos -exclamó la Diosa enfurecida- Y ahora te condenaré al destierro ...Y bueno, acá estoy -les dijo a aquellos seres de la tierra de Thumerland. -Ya ven, el destierro no era tan malo como se creía-. Le miraron y sonrieron, eran las 12 de la mañana, y las historias apenas comenzaban.

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