
LIBROS
Los Podridos
Me levanto siempre más temprano que María, que duerme hasta las 12:00. Ella duerme muy bien últimamente, a veces la escucho reírse entre sus sueños, eso es raro, reírse mientras se duerme es algo raro. No lo veo muchas veces en la gente, yo no creo hacerlo nunca, siento más bien, mi estómago contraído… y no me es tan fácil recordar mis sueños. Pongo la pava en el fuego. En la mesa de madera del cuartito comedor living room, quedó un poco de chocolate de anoche, hay cigarrillos, unas cucharas con bicarbonato y unos encendedores. Corto un trozo de chocolate y le embuto a María en la boca mientras duerme… corto otro trozo para mí. Me siento frente la máquina, me levanto, busco el agua, voy por el primer mate. María chorrea chocolate y baba en la almohada. Le sujeto las mandíbulas con las dos manos, abro y cierro su boca (...)

El Santuário de la Casa Conventillo
Un dedo tras otro. Uno por tiempo. Por tiempo indeterminado. En cada letra un dedo. En cada dedo una letra... uno para cada cual. Doloroso determinismo al fin. Bien: Lo siguiente, es explicar como escribir... y sobre todo, como que, dentro de un momento, esto habrá de cambiar, tomará un viraje de 180 grados, así que dependerá de las demoras que ella se tome, de la velocidad en que pueda contarles esto y también de la velocidad de su caminar, que por lo favor, ella literalmente vuela por el aire como una pluma (...)
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